El análisis bioenergético es un enfoque terapéutico psico-corporal que combina dos lenguajes, el verbal y el corporal, en el marco de una relación terapéutica. Busca aumentar el bienestar, la calidad de nuestras relaciones y la posibilidad de alcanzar nuestros objetivos en la vida. Fue creado el siglo pasado por Alexander Lowen, continuando el trabajo desarrollado previamente por Wilhelm Reich de integración del cuerpo en la terapia desde una perspectiva analítica. Actualmente incorpora también descubrimientos de la neurociencia y de la teoría del apego. Está reconocido como una modalidad científica de psicoterapia por la European Association for Psychotherapy (EAP).
En análisis bioenergético trabajamos en la intersección del funcionamiento mental y el corporal, en las conexiones entre la emoción, la palabra, la relación y la acción. Tratamos de reconocer lo que sentimos y lo que realmente necesitamos y de buscar los caminos posibles para alcanzar nuestros deseos o tolerar la frustración de lo que no está a nuestro alcance.
El carácter de cada persona se modela a partir de las experiencias y aprendizajes realizados en la infancia. En el entorno familiar se crean las bases de nuestra identidad: quién soy, qué necesito, qué siento, qué pienso, qué deseo y cómo actúo. Y también los patrones básicos de relación que funcionan como pautas estables y repetitivas para relacionarnos con las personas que nos rodean. Todo ello da lugar a nuestra manera de interpretar la realidad, a nuestra postura y nuestra conducta.